Érase una vez una mariposita que estaba perdida. Había perdido a su familia y a sus amigos. Estaba en un bosque oscuro y tenía mucho miedo. Por el bosque pasó una abejita y le preguntó:
- ¿Qué te pasa mariposita?
- He perdido a mis amigos y a mi familia - respondió la mariposita.
- Te puedo enseñar dónde está mi casa - dijo la abejita.
Entonces fueron a la casa de la abejita. Su casa era muy grande y muy bonita. Descansaron y tomaron la merienda. Estaba riquísima. La abejita llamó a su amigo el halcón. Le dijo que tenía que buscar a la familia de la mariposita. El halcón voló muy alto y desde arriba vio a la familia de la mariposita. Guió a la familia hasta la casa de la abejita.
FIN