Había una vez una niña llamada Ana. Un día, cuando regresaba con su padre de comprar el pan, entraron en casa y de repente... ¡Ahhh! ¡Qué susto! Un gato salía de la habitación de Ana.
Pero si todas las puertas estaban cerradas ¿cómo había llegado ese gato a la habitación de Ana? Era un misterio. Mientras el gato daba vueltas por el salón y por los pies del padre. Ana lo miró y dijo :
- Espera papi, yo conozco a este gato; es Lux, el gato del vecino.
Ana lo acarició y como vio que Lux se acurrucaba lo cogió en brazos y se lo llevó a casa del vecino.
Cuando volvía se encontró con Elvira, una vecina suya. Ana le contó lo que había ocurrido con Lux. Mientras Elvira se reía porque a ella también le pasó pocos días antes.
Ana se quedó sorprendida y todavía no entiende como Lux entra en las casas cuando todas las puertas están cerradas.
FIN
(Esta historia ocurrió este sábado de verdad...)