Había una vez una ratona que se llamaba Lila. Estaba caminando en una montaña y de repente empezó a nevar mucho. Lila quería bajar de la montaña y como había tanta nieve no veía por donde iba. Una princesa que pasaba por la montaña vio a Lila. La princesa cogió a Lila y se la llevó al castillo y le dio una manta y un chocolate caliente. Lila se sentía mejor y le pregunto a la princesa:
- ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Rosita, ¿y tú?
- Me llamo Lila, ¿quieres ser mi amiga?
- Sí!- contestó Rosita.
Y fueron muy buenas amigas.
Continuará...