Había una vez unos niños que siempre estaban encerrados por un bicho que se llamaba CORONACHUCHES.
Les daba mucho mucho miedo salir, no querían contagiarse de ese bicho que pensaban que era malo.
Pasó el tiempo y los niños seguían encerrados; hasta que...un día un niño se atrevió a salir para ver cómo estaba la calle de vacía y ... ¡qué sorpresa se llevó! ¡el coronachuches no se contagiaba sino que construía edificios, casas, todo de chuches!
¡Era un paraíso de chuches!
El niño cogió un pedacito y... salió corriendo a avisar a sus amigos de lo rico que estaba todo.
Pasaron unas pocas de horas y se comieron todos los edificios y todas las casas.
Era alucinante. Los papis tuvieron que llamar a todos los dentistas del pueblo.
Desde ese día, nunca nunca nunca se quedaron encerrados ni los niños ni los padres.
(Ojalá el coronavirus que tenemos nosotros fuera el "Coronachuches")
FIN