Había una vez una familia. En la familia había: el padre y la madre, una niña y un niño.
Aunque no se podía salir por el coronavirus, ellos seguían saliendo.
Un día cuando salieron la niña lo pilló, pero ella no lo sabía y se lo pegó a su hermano que tenía problemas respiratorios.
Corriendo lo tuvieron que llevar al hospital. La niña estaba muy preocupada por su hermano, cuando pasaron unos días su hermano muy poco a poco empezó a mejorar.
Un día el niño pudo vencer el virus y la niña le dijo a todo el mundo que por favor se quedarán en casa, que ella por no quedarse en casa le iba a costar la vida a su hermano.
Fin