El martes por la noche, mi madre tenía una sorpresa. Fuimos a una tienda con mis abuelos. Yo le pregunté a mi madre ¿Qué estamos haciendo aquí?
Mi madre respondió:
-Estamos alquilando unos esquís.
-¿Para qué? Es que el jueves vamos a ir a Sierra Nevada.
Mi hermana y yo nos quedamos con la boca abierta. Yo estaba muy nerviosa. Después nos fuimos a casa. Yo no pude dormir, porque estaba muy nerviosa y mi hermana tampoco. Al final me quedé dormida y al día siguiente le pregunté a mamá:
-¿Podemos ir a esquiar?
Mamá respondió:
- No
Y entonces estuve preguntando todo el rato, hasta que se hizo de noche y me acosté.
Al día siguiente me levanté muy contenta y nerviosa igual mi hermana. Mi madre me dijo que me calmase y yo me calmé pero mi hermana no se calmó.
Fuimos a recoger a los abuelos y nos fuimos a esquiar