Érase una vez una mariquita que se llamaba Lola.
Le gustaba mucho mucho saltar y volar, así que siempre iba al parque de colchonetas, también volaba a la cuidad.
Después veía a su amiga, jugaban a la comba y luego se iban a su casa, hacían una cena especial con su familia, veían una película, comían palomitas y frutos secos, se lo pasaban genial más bien pipa.
Fin