Nos levantamos, miré por el cristal y no paraba de llover.
Bueno primero jugué con mi hermano a las cartas: el juego se llamaba piratatak, iba de que él primero que hiciera un barco de un color ganaba.
Estaba el rojo, el verde, el azul y el amarillo. Si te tocaba una carta pirata, tenías que dejar tres cartas en el montón, pero si tenías una carta cañón, le podías disparar, pero tendrás que dejar el cañón junto al pirata y si te piden una parte del barco, por tres monedas, no te puedes negar.
A mí me tocaron 2 cañones, pero uno lo perdí, enseguida yo hice el barco de color verde y le gané a mi hermano Florián.
Él quería hacer el azul.
Después de jugar ordené las cartas y después desayunamos.
Y ahora estoy escribiendo este maravillosoooooooooo cuento.
¡Ahhhhhh! por cierto voy a comer pollo y patatas fritas, estoy segura de que me lo voy a pasar chupiguayyyyyy, bombaaaaa, y genialllll!!!!!!